martes, 7 de julio de 2015

Llamado Urgente: Inminente Agresión en San Francisco Xochicuautla, Edomex





Llamado Urgente 
Estado de México
7 de julio de 2015

En estos momentos 3:00 pm un grupo de alrededor de 30 habitantes de la comunidad indígena otomí de San Francisco Xochicuautla​, entre ellos 5 menores acompañados de 2 observadores civiles integrantes del Centro De Derechos Humanos Zeferino Ladrillero​ son hostigados y amenazados por granaderos del edomex al mando del Comandante S. Cruz T. en el paraje “El Zopilote” poniendo en riesgo su integridad y su libertad.



Hacemos el más enérgico llamado a las autoridades del estado de México para garantizar la integridad de las personas indígenas y de nuestros integrantes así como para implementar de una buena vez canales pacíficos para atender y solucionar las legítimas demandas de la comunidad de San Francisco Xochicuautla.         

   



!No más despojo y represión a los pueblos indígenas!  



Antonio Lara Duque
Coordinador General

CDH Zeferino Ladrillero   

miércoles, 13 de mayo de 2015

El Fuego de la Digna Resistencia ha caminado y hermanado el Estado de México, el primer caminar culmina en Toluca


El Fuego de la Digna Resistencia ha caminado y hermanado el Estado de México.


Los indígenas otomíes de la montaña y del valle, quienes han defendido sus bosques, su autonomía, un santuario del agua, sus usos y costumbres, han caminado con los Coyotes del norte, aquellos que desde su cerro defienden el agua, sabedores de que con ello están defendiendo la Vida al igual que lo hacen las y los paisanos del músico Felipe Villanueva, originario de Tecámac.



En tanto los coyotes del oriente, quienes han logrado construir una red de articulación en defensa de la energía eléctrica, caminan al lado de campesinos y campesinas que luchan por su tierra ante proyectos carreteros e inmobiliarios en el norponiente mexiquense.

Los campesinos y campesinas dignos de la orilla del agua, cuya resistencia a un proyecto aeroportuario los ha llevado a ser inspiración y referencia de dignidad y coraje, no sólo en el Estado de México sino en todo el país, se han articulado con otros campesinos que casi en los límites con Hidalgo defienden el medio ambiente de empresarios que llenan el aire de neurotoxinas.



Aquellos quienes durante años han luchado por la vivienda digna y han soportado las agresiones de parapolicías y operativos represivos, junto con los educadores, quienes con su labor hoy tienen el dolor de tener a un destacado miembro preso injustamente en el penal de Molino de Flores; en el fuego de la digna resistencia encontraron a otros que, como ellos y ellas, han vivido represión y persecución sólo por pensar diferente al poder hegemónico en esta entidad. 


Decenas y decenas de personas nobles y buenas encontraron en el Fuego de la Digna Resistencia la posibilidad de reconocer que su lucha no era aislada ni débil, sino al contrario.

Sobre todo la forma de actuar de los poderos, imponiendo despojos y cometiendo agresiones, represiones, amenazas, encarcelamientos, asesinatos y desapariciones en contra de los pueblos y organizaciones, es un común denominador. Como también es común que los pueblos y organizaciones a pesar de lo anterior siguen resistiendo y siguen luchando.



Los más “débiles” no han podido ser doblegados, sino al contrario y muy lejos de ello, han encontrado la forma de acercarse y reconocer que entre más organizados y coordinados estén será una lucha más fuerte y con mayores posibilidades de conquistas y logros.



Ha llegado el momento en que el Fuego de la Digna Resistencia arribe a Toluca, corazón político de los poderosos del estado, para decirles fuerte y claro que no podrán seguir cometiendo sus abusos y arbitrariedades en contra de los pueblos y organizaciones. Ha llegado el momento de que todos y todas las personas dignas y nobles den una primera demostración de organización y coordinación de alcances estatales.


Por ello, todos los pueblos y organizaciones que han encendido el Fuego de la Digna Resistencia llaman a todos y todas a la toma pacífica de Toluca el próximo 15 de mayo.



Vamos todos y todas a caminar juntos y juntas, el respeto a nuestros Recursos Naturales, a nuestros Derechos y a nuestra Dignidad, hoy requiere de la participación de todos y de todas.




¡¡Alerta, Alerta, Alerta que camina el fuego combativo por la tierra y por la vida!!

Administración Autónoma de Agua Potable de  Coyotepec, Alianza Única del Valle, Apaxco Ecológico, Cahuacán,  Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, Colectivo Ratio, Comités de Usuarios de Energía Eléctrica  En Resistencia Civil de Nezahualcóyotl, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra-San Salvador Atenco,  Frente Popular 9 de Junio en Defensa de los Recursos Naturales de Coyotepec, Geografía Colaborativa, Magisterio Mexiquense Contra la Reforma Educativa, San Francisco Magú, San Francisco Xochicuatla, San Lorenzo Huitzizilapan, Sistema de Agua Potable de Tecámac

miércoles, 15 de abril de 2015

SAN FRANCISCO MAGÚ: OTOMÍ, DIGNO Y ADMIRABLE



El asentamiento humano de San Francisco Magú data originalmente del siglo XII, al igual que muchos pueblos Otomíes del Valle de México. Se encuentra ubicado a 43 kilómetros al norponiente de la Ciudad de México, con una población aproximada de 15 mil habitantes.
Los vecinos y vecinas de San Francisco Magú, poblado situado en el municipio mexiquense de Nicolás Romero, han sostenido y defendido una autonomía indígena desde tiempos anteriores incluso a la guerra de independencia, Autonomía la cual se encuentra sostenida sobre todo, desde mi punto de vista, en cuatro pilares: Autoridades Locales propias de la Comunidad, Registro Autónomo de la Propiedad y del Comercio, No pago de tributos al Ayuntamiento y una Administración autónoma del Agua Potable.


Aunque las autoridades locales de Magú, subdivididas en Delegación y Consejo de Participación Ciudadana (Copaci), fueron electas utilizando el mecanismo institucional del Ayuntamiento de Nicolás Romero (ya que históricamente la designación se hace por Asamblea General del pueblo), no se entienden como “autoridades auxiliares” del municipio, ya que por usos y costumbres estas autoridades locales resuelven controversias y conflictos entre los habitantes buscando los caminos del diálogo y el respeto como primordial forma de solución.
Por si lo anterior fuera poco,  coordinan los trabajos colectivos del pueblo como la construcción de calles y banquetas además de gestionar los recursos económicos y materiales que habrán de aplicarse a esas faenas colectivas.

Estas mismas autoridades, Delegación y Copaci están facultadas por el consenso indígena para realizar las escrituras del pueblo, que es la forma documental que los habitantes de la comunidad acreditan su propiedad dentro del territorio indígena, es decir, las escrituras públicas protocolizadas por notario público tienen nulo valor en contraste con las escrituras extendidas por el propio pueblo. Así, coordinan y regulan los establecimientos comerciales dentro del pueblo.
Este pueblo no paga tributos al ayuntamiento por concepto de predial, licencia de construcción, uso de suelo etc. porque ha trasmitido de generación en generación que les favorece una  exención de impuesto que data desde el siglo XVIII otorgada por el virrey Juan Antonio de Bizarrón.

La tradición oral de Magú dice que este indulto fue revalidado por los expresidentes Benito Juárez y Luis Echeverría Álvarez; pero el que no paguen contribución pública a las autoridades municipales no significa que el pueblo no aporte económicamente a su comunidad, ya que los habitantes pagan anualmente “el peso” (aportación que los indígenas realizan a la Delegación y Copaci en lugar de las contribuciones municipales) con lo cual se cubren los gastos colectivos que la comunidad requiere.
Emilio Gandarilla Avilés, Periodista de la OEM realizó una investigación sobre San Francisco Magú en 2009 y la hizo pública en su columna semanal “Por los Rincones de México”. En ella dio cuenta de que este pueblo compuesto por 2,800 viviendas además de tener autoridades locales propias, un registro propio de propiedad y una exención de impuestos de corte virreinal también administra su agua potable de forma autónoma.
Son los propios indígenas otomíes quienes mediante asamblea eligen a sus representantes del Comité Local de Agua Potable de San Francisco Magú y así administran el agua, lo cual les permite mantener bajos costos de operación y una mayor trasparencia en la administración y destino del vital líquido, porque la comunidad entera se ve involucrada en la relación Ser Humano – Agua.
Este sistema de autonomía durante décadas y décadas ha coexistido con el sistema municipal de gobierno, a tal grado que incluso un alcalde de nombre Rafael Barrón Romero dijo en enero de 2006 a Juan Manuel Barrera reportero del periódico El Universal lo siguiente: “lo más significativo es que ellos ponen su trabajo, la mano de obra, en las obras que hemos financiado en el pueblo, con  su mano de obra pagan mucho más de lo que pagarían con impuestos”.
No obstante, el pueblo de San Francisco Magú ha sido agredido y hostigado los últimos tres años para imponer un proyecto inmobiliario en su bosque tradicional conocido como “El Ocote y Las Carretas” el cual requeriría sobre todo agua y atentaría profundamente contra el sistema tradicional de gobierno autónomo de los otomíes, es decir, el Proyecto Inmobiliario denominado “Bosques del Paraíso” transgrediría no solamente las reservas acuíferas sino también el modo de vida de estos indígenas mexiquenses.
Las autoridades municipales y estatales parecen estar dispuestas a todo por imponer su voluntad, y así someter de una buena vez a un pueblo digno de respeto y el cual es ejemplo de que los procesos autonómicos son una propuesta viable y real de organización comunitaria.
Ante ello, la organización indígena ha crecido por encima de agresiones policiacas y de grupos de choque como la registrada el pasado 8 de marzo.
Sin duda alguna, San Francisco Magú a fuerza de organización y lucha, es hoy un referente obligado para los estudiosos de los procesos de autonomía indígena no sólo en el Estado de México sino en el país en general, pareciera imposible que a menos de 50 kilómetros del Distrito Federal exista un pueblo indígena que con sus usos y costumbres desafía con procesos de autonomía el gran proyecto político y económico impuesto desde las élites de este país.

Lo anterior nos debe llamar a difundir y apoyar a este digno y admirable pueblo otomí.

José Antonio Lara Duque, Abogado y Defensor de Derechos Humanos, 
fundador e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y la Alianza Única del Valle*

*Las opiniones aquí expresadas no necesariamente son asumidas por las organizaciones

miércoles, 1 de abril de 2015

GRACIAS, COYOTEPEC



Las y los habitantes del Cerro del Coyote lograron con organización, movilizaciones, acciones jurídicas y de visibilización, pero sobre todo, al poner el corazón y la vida por delante, un triunfo importantísimo y de alcances aún por determinar en la defensa del agua de su pueblo y de su administración, basada en usos y costumbres.
Por orden de un juez federal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está obligada a reconectar la energía eléctrica de sus pozos de agua por encima de la absurda deuda de más de 31 millones de pesos que reclama, pretexto para dejar sin agua a este pueblo durante prácticamente cinco meses.
Las mujeres de Coyotepec defendiendo su agua. 

Para quienes no ubiquen Coyotepec y el conflicto al que me refiero: este municipio se localiza en la parte noroeste del Estado de México, kilómetro 50 de la autopista México-Querétaro. Colinda al norte con el municipio de Huehuetoca; al sur con Teoloyucan; al oriente con Teoloyucan y una parte de Zumpango; al poniente con Tepotzotlán y el poblado de Santa Cruz del Monte, perteneciente al municipio de Teoloyucan. El INEGI censó en el 2010 la población total del Municipio  de Coyotepec con 39,341 personas.
Este pueblo lleno de músicos y mujeres guerreras asombró a propios y extraños cuando el 9 de junio del 2013 cientos y cientos de mujeres, hombres, niñas y niños, jóvenes y ancianos cerraron la autopista México-Querétaro en protesta por la imposición de la municipalización/privatización del agua del pueblo.
El gobierno estatal respondió con la cara que mejor le conocen los y las mexiquenses: la Represión. Cientos de granaderos y un par de helicópteros, arremetieron contra la población civil dejando un saldo de más de 50 lesionados y el pueblo sumergido en una sorprendente nube de gas lacrimógeno que desde tierra y aire fue lanzado no sólo a las calles si no a casas y patios de los y las Coyotes defensores del agua.
El pueblo resistió el embate y echó a andar una estrategia de resistencia civil. La tradición política del priísmo se reafirmó cuando la repuesta a la resistencia popular fue, de nueva cuenta, la represión.
Con grupos de choque, a principios de julio del mismo año privaron de la vida a un joven coyotepense que se destacó en la defensa de su pueblo tras la agresión gubernamental  arriba referida; intentaron asesinar a otro defensor en septiembre del mismo año; golpearon a decenas de habitantes y amenazaron de muerte a muchos otros y muchas otras; aun así el pueblo resistió y resistió.
Momento en que la población discute con los policías
y grupos de choque quienes habían tomado los pozos de agua  

La crítica situación de agresiones y sistemáticas violaciones a derechos humanos atrajo la atención nacional e internacional, de medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y campesinos en lucha, académicos e intelectuales, instancias internacionales como la Oficina en México de la ONU en materia de Derechos Humanos que intervinieron ante tan delicado contexto. Lo anterior permitió que los gobernantes bajaran el nivel de hostilidad y postergaron la batalla.
Sin embargo, en noviembre del 2014 regresó el gobierno a las andadas, pero fortalecidos: aliados con la Comisión Federal de Electricidad reclamaron nuevamente el agua del pueblo para entregársela a empresas inmobiliarias con el pretexto de altas y absurdas facturaciones la CFE.
Así el gobierno estatal y municipal cortaron el suministro de energía eléctrica, de los pozos: Centro, Chautonco 1 y Chautonco 2. La CFE colocó trabajadores, ambos gobiernos, policías; creían que así lograrían derrumbar la resistencia popular.
En enero y febrero del 2015, tras  corroborar que los ciudadanos y ciudadanas asombrosamente soportaron durante meses la falta de agua y aun así no entregaban los pozos, de nueva cuenta los priístas en el gobierno decidieron echar mano de su mejor carta: la represión.
Con policías y grupos de choque buscaron despojar por la fuerza los pozos de agua. Armados y con vestimenta apta para el combate llegaron los esbirros, y con posturas militares resguardaban los pozos de agua, los cuales fueron construidos única y exclusiamente con las manos y recursos económicos de los abuelos y abuelas Coyotes.
policías y grupos de choque priístas en acción 

Por tres días, los agresores fueron repelidos por una de las más hermosas y admirables respuestas de una población humilde y digna como lo es Coyotepec: la organización.
Sobre todo, mujeres de todas las edades, al poner su cuerpo y su alma en la línea, impidieron que las fuerzas del orden tomaran posesión de los pozos. Bastó su valiente mirada para echar atrás a tipos preparados para la batalla pero totalmente indefensos ante el espíritu de lucha de las mujeres coyotes que con voz firme gritaban: “el agua no se vende, se ama y se defiende”.
En este marco, el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y el Frente Popular 9 de Junio de Coyotepec interpusieron el juicio de amparo 74/2015 ante el Juzgado 2 do. de Distrito en el estado de México, con el argumento de violación al derecho humano al agua, del cual, después de una discusión jurídica con CFE, Gobierno estatal y Ayuntamiento de Coyotepec, el Juez  determinó:
“La reconexión del suministro de energía eléctrica para que continúen trabajando las máquinas con las que se extrae el agua en los pozos 1 y 2 Chautonco que surten al Municipio de Coyotepec, México, mismos que abastecen del servicio de primera necesidad de agua potable a los habitantes de ese Municipio”.
“Sin que en el caso haya lugar a fijar garantía alguna a efecto de que surta efectos la suspensión que se decreta, es decir, de que se realice el pago del adeudo total o parcial del que se dice existe, pues en el caso prevalece que esa población requiere del vital líquido para vivir y para ello se requiere de manera indispensable la reconexión de la energía eléctrica”.
La Magna Asamblea de Coyotepec en Defensa del Agua 

Al día que redacto esta columna, los habitantes de Coyotepec retomaron las oficinas de la administración autónoma de agua, despojadas por la fuerza en los momentos difíciles de la lucha, echaron a andar las bombas para llevar de nueva cuenta el vital líquido a los hogares humildes que en su mayoría componen esta población y de forma discreta mandaban un mensaje a otros pueblos y organizaciones del estado y del país: “sí es posible luchar y ganar ante el gobierno, nosotros y nosotras los estamos haciendo…”             
Gracias, Coyotepec por mandarnos a todas las personas que creemos en la dignidad humana este gran mensaje de esperanza que ustedes han construido con tanto esfuerzo. Ha sido y es un honor estar a su lado en tan digna y admirable lucha en defensa del agua que ahora es ya un ejemplo que seguramente recorrerá los pueblos y organizaciones que defienden su derechos los cuales pululan en nuestro estado.
José Antonio Lara Duque, 
Abogado y Defensor de Derechos Humanos,
 fundador e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y la Alianza Única del Valle*
*Las opiniones aquí expresadas no necesariamente son asumidas por las organizaciones.

martes, 24 de marzo de 2015

FELICIDADES XOCHI


San Francisco Xochicuautla, pueblo indígena Otomí-Ñathó ha sido galardonado en este 2015 con el Premio Nacional de Derechos Humanos “Sergio Méndez Arceo” en su edición XXIII, el cual reconoce a los defensores que de forma individual o grupal se encuentran en alta vulnerabilidad derivada de su labor en defensa de derechos humanos, distinción más que merecida para un pueblo defensor del bosque, del agua, del territorio.
Los y las defensoras de Xochicuautla, por si fuera poco, se han abocado a la defensa y acompañamiento de otros pueblos que en el estado de México y en el país defienden sus derechos ante megaproyectos nacionales e internacionales.
Este pueblo indígena cuyo frío contrasta altamente con la calidez de sus habitantes se sitúa a 2.840 metros de altitud sobre el nivel del mar y se encuentra enclavado en la región del alto Lerma, en el municipio del mismo nombre, que por cierto, colinda al norte con los municipios de Xonacatlán y Otzolotepec; al sur con los municipios de Capulhuac y Tianguistenco; al oriente con los municipios de Huixquilucan, Ocoyoacác y Naucalpan y al poniente con los municipios de San Mateo Atenco, Metepec y Toluca.
El INEGI asignó la clave 150510017 para ubicar administrativamente a San Francisco Xochicuautla brindando en el 2010, entre otros, los siguientes datos: La población total de Xochicuautla es de 3,613 personas, de las cuales 1,770 son masculinos y 1,843 femeninas que habitan apenas 779 viviendas particulares.
El 9.65% de la población de 15 años o más es analfabeta y 21.37% sin primaria completa, lo cual se traduce en que uno de cada tres habitantes de este pueblo tiene muy poca instrucción escolar. Un alto 46.36% de población no tiene derecho-habiencia a servicios de salud.
Lo anterior corrobora la difícil situación en que viven los indígenas de este pueblo y si a ello aunamos los ya tan reconocidos rezagos y carencias que tiene el campo mexicano y los pueblos indígenas que lo habitan, podremos hacernos un poco más la idea del contexto que trato de describir.

Es precisamente el pueblo de San Francisco Xochicuautla el que, a fuerza de templanza y persistencia, lleva años mantenido la defensa de su bosque Otomí – Mexica, conocido también como “Santuario del Agua”, ante la imposición de una autopista de cuota denominada “Toluca – Naucalpan”  que uniría las zonas residenciales mexiquenses con el aeropuerto toluqueño, y estaría dispuesta a partir a la mitad sus tierras ancestrales y recintos sagrados, a tal grado que el trazo de la autopista pasa por encima de la ruta de peregrinación tradicional indígena que cada año, desde la época prehispánica, realizan los otomíes hacia el cerro de “La Campana” lugar donde se pide para que llueva y se agradecen las lluvias, ya que según su cosmovisión ancestral es el punto donde se inició la vida.
Si el impacto cultural les pareciera resarcible, la realización de la obra implicaría talar alrededor de un millón de árboles del bosque que nutren la mitad del agua del río Lerma, por lo que con la afectación programada se dejarían de producir 250 millones de litro de agua al año en detrimento del abasto que reciben de este caudal tanto el Valle de Toluca como el Valle de México.
Los concesionarios de dicha obra son, se me pasaba subrayarlo, el tristemente celebre Grupo Higa, consorcio consentido de los políticos mexiquenses, por si se preguntaban quien se atrevería a destruir tanto a costa de lucro y poder.
Así las cosas, los indígenas otomíes de Xochi, como cariñosamente se refiere la población a su pueblo, no solamente defienden sus propios recursos naturales, sino con su lucha defienden el acceso al agua y con ello a una vida digna de millones y millones de mexicanos y mexicanas. Defensa tal, que en el México irónico que vivimos les ha acarreado por las instituciones del estado de México la detención de más de 20 pobladores y decenas de amenazas de prisión y muerte para las personas indígenas más visibles de la comunidad.

Pueblos como Xochicuautla cultivan la esperanza de un estado de México y un país mejor, es y será un honor caminar al lado de los tíos y las tías del pueblo, que es la forma tradicional en que se refieren a las personas, sobre todo mayores, que se respetan y se ganan el respeto a fuerza de luchar y defender la vida misma.
Por cierto, buena parte de los datos duros utilizados en esta columna los proporcionaron los propios indígenas “sin instrucción escolar” que tanto desesperan al poder Mexiquense y hoy son dignos acreedores del importante Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo.
Felicidades Xochi
José Antonio Lara Duque 
Abogado y Defensor de Derechos Humanos 
fundador e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y la Alianza Única del Valle*
*Las opiniones aquí expresadas no necesariamente son asumidas por las organizaciones.

domingo, 15 de marzo de 2015

ESTADO DE MÉXICO, UN ACERCAMIENTO


Esta es la primer entrega de la columna de Resiste Edhomex y desde la cual se buscará aportar elementos para la discusión y análisis de las luchas y resistencias que se viven en el Estado de México, pasando claro, por hacer todo el esfuerzo para visibilizar a los actores colectivos e individuales quienes  defienden los derechos y la dignidad humana desde  muy variadas dimensiones en estas tan adversas tierras si en materia de derechos humanos nos ubicamos.

Resulta entonces importante, desde este momento, detenernos un poco en los datos duros mínimos que nos permitan tener una idea de la situación en la que se encuentra el Estado de México. 

Esta entidad federativa cuenta con 15,175,862 habitantes los cuales representan el 13.5% de la población nacional según datos del INEGI obtenidos en el censo de población del año de 2010. El Estado de México se compone por 125 municipios con lo que abarca una superficie de 22,351 km2 dando como resultado una densidad de población de 679.0 habitantes por Km2, dicha densidad de población es mucho mayor en los municipios que colindan con el Distrito Federal según da cuenta el Consejo Estatal de Población.  



El propio Consejo de Población dependiente de la Secretaria General de Gobierno dice que 59 municipios del estado pertenecen al Valle de México, habitados por  11 millones 218 mil 831 personas, lo que representa 73.59 % del total de la población de estado, mientras que 2,172,035 habitan el Valle de Toluca lo que representa el 14.31% de la población estatal, dejando así para los 44 municipios restantes  apenas el 12.1% de la población; lo que nos demuestra en dónde viven la gran mayoría de los y las mexiquenses.  

La mitad de la población es menor de 26 años, pero sólo 7 municipios tienen un índice de marginación “muy bajo” aplicando la metodología del Consejo Nacional de Población, mientras que 50 municipios se encuentran en índices de marginación “alto” y “muy alto” aplicando el mismo estándar de medición, lo que revela entre muchas otras cosas que los y las  jóvenes tienen pocas oportunidades de desarrollo en sus localidades de origen. Sin embargo y curiosamente 95.96% de los hogares mexiquenses cuentan con televisor pero apenas el 22.00% cuentan con internet, posiblemente aquí se explique, en cierta medida, la apuesta por la alianza con las televisoras que realizaron los políticos del estado de México en los años recientes.   
  
Según el Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas el Estado de México registró 379 mil 075 personas de 3 años y más hablantes de alguna lengua indígena, de los cuales 222 mil 394 corresponden a los pueblos originarios (Mazahua, Otomí, Nahua, Tlahuica y Matlatzinca). En este sentido, el pueblo Mazahua es el más numeroso al contar con 116,240 (52.27%) hablantes de esa lengua; en segundo lugar el pueblo Otomí que registró 97,820 (43.20%) hablantes; en tercer lugar, el pueblo Nahua con 6,706 (3.02%); en cuarto, el pueblo Matlatzinca con 909 (0.41%) y en quinto lugar el pueblo Tlahuica, que sumó 719 hablantes (0.32%). Cifras bastantes cuestionadas por las personas indígenas del estado de México quienes sostienen una lucha profunda por su reconocimiento y procesos de autonomía en territorios tan cercanos a las sedes de poder político hegemónico de este país, con todo y las consecuencias de represión que les han implicado hasta el día de hoy.  
      
Ahora bien, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)  43.7 por ciento de la población mexiquense (6, 631, 851 personas) vive en situación de pobreza, 21.4 por ciento de sus habitantes (3, 247, 634 personas) no tiene acceso a una alimentación adecuada; 18.6%  padece rezago educativo; 14.3% carece de espacios y calidad de vivienda, y 16 por ciento no cuenta con servicios básicos en sus hogares.

En 1 de 4 hogares mexiquenses la jefa de familia es una mujer (CEPEM) y justamente el Estado de México ocupa el segundo lugar a nivel nacional de mujeres de 15 años y más que han sufrido incidentes de violencia comunitaria 55.1% y presenta un índice de violencia contra la mujer del 54.1% superior al promedio nacional que es del 23.2%. Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres dados a conocer en 2008 y desde entonces no se han hecho acciones institucionales concretas que combatan estos terribles índices. 

De acuerdo con la organización Transparencia Mexicana, esta entidad de la República fue evaluada como la más corrupta del país en el periodo 2005-2010 y en ese contexto la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México emite apenas 24 recomendaciones en 2014, 23 en 2013,18 en 2012, 13 en 2011, 9 en 2010, es decir un promedio de 17 recomendaciones cada año lo que lejos de traducirse en una Comisión rigurosa en su documentación y de alta calidad moral en sus posicionamientos, la denota como una institución pobre en lo que refiere a la defensa y protección de derechos humanos cuando ninguna de sus recomendaciones se dirigen a los más altos funcionarios del gobierno mexiquense.

Lo anterior es apenas una mirada, subrayo, a la realidad mexiquense, donde pueblos indígenas y campesinos, estudiantes, organizaciones sociales, el magisterio, mujeres y hombres comunes a diario luchan enérgicamente por defender los derechos humanos de los suyos y de las suyas y de todos y de todas a pesar de tener uno de los gobiernos más represivos y autoritarios de los que puede dar cuenta este país, no por nada el PRI regresó al Poder Federal colocando como punta de lanza a los priístas mexiquenses tan representativos de lo que es el Poder Político en México. Es precisamente por y para estos pueblos indígenas y campesinos, estudiantes, organizaciones sociales, el magisterio, mujeres y hombres comunes que se realiza esta columna que semana a semana buscará entregar datos e historias de vida de las luchas y esperanzas que pululan en este pedacito de patria.     

José Antonio Lara Duque
Abogado y Defensor de Derechos Humanos  
Fundador e integrante del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero y la Alianza Única del Valle*
*Las opiniones aquí expresadas no necesariamente son asumidas por las organizaciones.